Mi aventura como Community Manager y miembro del equipo de GRAM, inició hace poco más de 8 meses. Llena de curiosidad y expectativas, me embarqué en un nuevo reto profesional, algo fuera de lo que hasta el momento había experimentado. Este sería el origen de un camino que marcaría mi modo de interactuar, acercarme hacia el mundo de las comunidades en redes sociales y de adoptar conocimientos sobre las distintas plataformas digitales que existen hoy en día.
Pisar terreno nuevo ha representado albergar en la mente dudas sobre cómo es que uno debe desenvolverse: ¿qué retos traería consigo este nuevo plano laboral? ¿con qué nuevas herramientas tendría que estar en contacto? Había gestionado comunidades en redes sociales anteriormente, pero era la primera vez que lo hacía en un lugar como GRAM. Pronto, todas esas dudas se fueron disipando con la llegada de mi compañera de trabajo, quien en todo momento mostró mucha disposición a hacerme parte del equipo e integrarme a las nuevas dinámicas laborales. Esto hizo que dejara de lado experiencias previas que tuve al intentar adaptarme a nuevos espacios de trabajo, donde casi siempre terminaba con tensión y con el temor constante de cometer errores.
Me encontraba en una fase de indagación, con amplias aspiraciones de aprender y de poder sumar variadas experiencias a mi trayectoria profesional. Siguiendo esta nueva perspectiva e impulsada por este camino, decidí hacer una evaluación de mis fortalezas, debilidades y oportunidades, revalorando mi experiencia y ver cómo de esta manera, podría aportar de manera positiva a cumplir los objetivos de GRAM.
Este reconocimiento no solo partió del plano personal, sino que hubo presencia del equipo, quienes también me brindaron las herramientas de trabajo más adecuadas y me motivaron a ofrecer lo mejor de mi para garantizar los mejores resultados. Si bien dotarme de las herramientas para realizar un trabajo exitoso fue importante, primó de manera esencial el factor humano, este recurso que de pronto, se encuentra siendo mucho más valorado hoy en día.
Este proceso de aprendizaje se acompañó de capacitaciones, de aprender herramientas nuevas de gestión de redes sociales como Creator Studio o Business Suite; incluso, redescubrir cada plataforma social y sus públicos. Pude expandir mis conocimientos y comprender mucho más de ellos gracias a que estuve rodeada de personas que demostraron ser ampliamente capaces y me transmitieron pasión por su trabajo en el día a día. Esto me inspiró la suficiente confianza como para poder adaptarme rápidamente a este entorno, el cual no deja de moverse constantemente y carga consigo múltiples retos.
Sentir que GRAM me tomaba de la mano a través de sus expertos en este nuevo desafío, ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida profesional hasta el momento. El proceso de adaptación hacia una nueva dinámica ha sido valioso no solo en un sentido técnico y de aprender nuevos procesos, sino que también lo fue en un sentido personal. Pude rodearme de compañeros que en todo momento me hicieron saber a través de su trabajo y de sus palabras, que todo estaría bien y que una equivocación no debe verse como algo negativo, sino que es la muestra de una nueva oportunidad de mejora y de poder convertir ese punto débil en una fortaleza que podamos aprovechar en el futuro.