Recuerdo que un profesor me dijo alguna vez que a un publicista, más que por lo que sabe, lo contratan por las ideas que puede crear y aportar al equipo. Esa frase quedó incrustada en mi mente. Si bien sé que nos lo decía porque quería que desarrollemos nuestra creatividad, llegué a creer que si no tenía ideas para ofrecer, entonces mejor regresaba a alguna de mis otras carreras frustradas.
En un inicio, el no poder contar con alguna idea fresca o nueva me hacía entrar en una mini crisis nerviosa, me cuestionaba qué tan creativo podría ser realmente y si ello solo servía en mis clases, pero no en la llamada “cancha”. Para mi suerte, ya habiendo iniciado en el mundo de la publicidad, me percaté de que esta situación no era tan crítica como pensaba.
Un bloqueo creativo es muy común y lo tiene todo el mundo, tal vez más de lo que yo creía. Si todos tuviésemos ideas creativas continuamente, qué fácil sería - ¿no?. Pero la realidad es que los creativos no somos un dispensador de ideas 24/7, sino que necesitamos de algunos procesos para poder afinar dicha máquina imaginaria.
Es por eso que, de mis distintas experiencias tengo algunas opciones que, en lo personal, me han servido para esos molestos y comunes bloqueos creativos. En primer lugar, debemos saber qué tipo de bloqueo tenemos. Dudo mucho que exista un manual que lo detalle, pero puedo darte algunas opciones e ideas de cómo intentar superarlo.
Por algo se le llama bloqueo creativo, pues hay un obstáculo que interfiere en nuestras ideas. Ya sea un factor externo, un pensamiento que surgió de manera intempestiva. ¿Solución? Encárgate de eso primero, “desatora” tu mente (si es que así quieres verlo) y deja que la creatividad fluya. Una mente despejada y centrada en una sola cosa va a trabajar mejor que una que tenga dos o tres preocupaciones.
Pero lo más probable es que, como yo, seas de los que una mente “tranquila” no sea la cosa más sencilla de lograr. Entonces vayámonos al otro extremo, empecemos a movernos. Tu mente siempre tiene algo, empieza a soltar todo, incluso lo más improbable, a esto es lo que se le conoce como el “brainstorming” y puedo decir que funciona. Esta recopilación de ideas y sin filtro permite que la creatividad aflore. La mente necesita calentar para poder producir.
Si el orden no es lo tuyo, juguemos con eso también. Lo llamo el método del NCIS, en el que sueltas todas las ideas que tienes (ya sea por escrito o no) para empezar a unir, encontrar conexiones y nuevas pistas. De esta manera podrás encontrar un nuevo método para que el común brainstorming no te aburra, lo puedes manejar igual que los detectives con su corcho y pines. El objetivo es que tu mente pueda visualizar los datos y que éstos conecten. Al fin y al cabo así trabaja nuestra mente, con conexiones y si tienes toda la información necesaria a veces solo es cuestión de verla en distintos ángulos.
Espero que estas opciones te sean de utilidad. ¡Inténtalo! que aprendiendo y ganando experiencia es la mejor manera de superar el bloqueo.